BLADIMIR PRODUCCIONES no se hace responsable.
Sitio declarado de desinterés general por la ONU y el canal Encuentro
.
Leer con moderación
Pronóstico del pronóstico del tiempo
Para la noche, se espera que anuncien una baja en la sensación térmica y una ocasional advertencia de caída de granizo.
Hacia el jueves, altas probabilidades de que pronostiquen algunas lluvias y lloviznas con leves menciones sobre el viento éste.
Y para la tarde-noche se espera en los anuncios errores de sintaxis tenues, mejorando hacia el final del discurso.
Hermanos Bladimir recomienda meter todo en bolsas y apagar el televisor.
No-vedades
Mostrando las entradas con la etiqueta Joaquín Rocamora. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Joaquín Rocamora. Mostrar todas las entradas
jueves, 17 de abril de 2008
Problemas de matemática
Con el paso de los años, Joaquín Rocamora (recordemos aquella entrada del blog "observación de clase") se convirtió en docente de matemáticas.
Recordarán el compromiso político de su juventud.
Bien, ahora nos encontramos con un Joaquín más maduro, ávido lector de los manuscritos de Francis Von Neustadt, fascinado por las tesis de Marianiov Grondonovski, y admirador del gran filósofo Jaques Danièle Hadad.
En esta ocasión publicamos algunos de los problemas que hoy utiliza para enseñar determinados conceptos.
Prob. Nº 1
Si cuatro obreros construyen una casa en tres días, y, además sabemos que son paraguayos indocumentados (o con DNI de 92 millones), que viven en una villa del conurbano bonaerense, y que vienen a robarnos el trabajo a los argentinos; ¿cuánto tardarán 5 obreros también paraguayos (que bien podrían volverse a su país, en vez de venir a usar nuestros hospitales) en construir 2 casas? ¿y si son bolivianos?
¿Cuál es la probabilidad de que estén okupando una casa?
Ayuda: la mano de obra de un boliviano equivale a 0,7 paraguayos.
Prob. Nº 2
En un taller clandestino de confección de ropa, administrado por un respetable hombre de origen oriental, hay un boliviano por cada 30 cm cuadrados. Si el taller tiene un área de 23 m cuadrados, ¿cuántos bolivianos hay?
Si en el mismo taller cada uno de estos "individuos" recibe 8 latigazos por hora, y produce 5 prendas en todo el día, en una jornada de 20 hs. ¿Cuántos latigazos deberían propinárseles para alcanzar toda la demanda de ropa Nike de un día?
Recordarán el compromiso político de su juventud.
Bien, ahora nos encontramos con un Joaquín más maduro, ávido lector de los manuscritos de Francis Von Neustadt, fascinado por las tesis de Marianiov Grondonovski, y admirador del gran filósofo Jaques Danièle Hadad.
En esta ocasión publicamos algunos de los problemas que hoy utiliza para enseñar determinados conceptos.
Prob. Nº 1
Si cuatro obreros construyen una casa en tres días, y, además sabemos que son paraguayos indocumentados (o con DNI de 92 millones), que viven en una villa del conurbano bonaerense, y que vienen a robarnos el trabajo a los argentinos; ¿cuánto tardarán 5 obreros también paraguayos (que bien podrían volverse a su país, en vez de venir a usar nuestros hospitales) en construir 2 casas? ¿y si son bolivianos?
¿Cuál es la probabilidad de que estén okupando una casa?
Ayuda: la mano de obra de un boliviano equivale a 0,7 paraguayos.
Prob. Nº 2
En un taller clandestino de confección de ropa, administrado por un respetable hombre de origen oriental, hay un boliviano por cada 30 cm cuadrados. Si el taller tiene un área de 23 m cuadrados, ¿cuántos bolivianos hay?
Si en el mismo taller cada uno de estos "individuos" recibe 8 latigazos por hora, y produce 5 prendas en todo el día, en una jornada de 20 hs. ¿Cuántos latigazos deberían propinárseles para alcanzar toda la demanda de ropa Nike de un día?
sábado, 23 de febrero de 2008
Observación de clase
Manuscrito hallado en un cuaderno de Joaquín Rocamora. Esta redacción pertenece al período en que estaba terminando su profesorado de matemática a los 25 años. Acá nos llega su apreciación de una clase que debía observar para completar su formación. Los más perspicaces serán capaces de encontrar indicios de la inclinación política de Joaquín.
Buenos Aires, 30 de octubre de 1997.
Estoy en el aula a las 9.00. La profesora aún no ha llegado. Espero afuera. 9.05 se acerca.
Nos saludamos.
Me invita a pasar.
Parece bastante pelotuda.
Me siento en los bancos de más atrás. Ella explica mi presencia allí. Comienza la clase hablando sobre factoreo. No tengo idea de qué significa. Me aburro. Le pregunto al alumno que está a mi derecha si la profesora es boluda. Me dice que sí.
Le pregunto si quiere jugar un tatetí. Sí, pero él quiere empezar. Le digo que no, que empiezo yo, discutimos murmurando. La profe nos mira. Me da ganas de preguntarle qué mirás, vieja chota, pero no lo hago.
Pierdo 3 partidas de tatetí seguidas. Tal vez deba mejorar mi entrenamiento en esta disciplina. En otras épocas sabía ser el mejor del curso.
Hablo a los 5 alumnos que están más cerca de mí. Les propongo formar ipso facto un ejército revolucionario en el aula, para liberar a todo el curso de esta forma de control que significa la institución escolar. Les hablo del anarquismo, de la vía pacífica al socialismo y de la vía violenta. Les cuento del Che, de Lenin, de José Martí, de Miguel del Sel, de Mao Tse-Tung.
Reparto armas.
Me instituyo como el líder indiscutido de la revolución.
Comenzaremos por amenazar de muerte al más traga.
La profesora sigue hablando de factoreo. Es claramente una pequeñoburgesa: reposa en el escritorio el estéreo del auto.
Será una de las primeras víctimas de nuestro ejército justiciero.
Reparto uniformes camuflados. Me pongo a redactar el manifiesto que siente las bases de nuestra revolución. Llamo a asamblea general.
La profesora sigue hablando. Hace un chiste pelotudo, propio de docente, del estilo de “usted no se olvida la cabeza porque la tiene pegada”. Está claro que no le queda mucho tiempo de vida. Tal vez sea arsénico en el café… ya lo decidiremos en la cúpula del ejército.
Me pinto la cara con barro.
Escribo frases del che con liquid paper en un banco.
Sospecho una traición entre las filas de mis soldados. Comienzo a investigar. Alguien, parece, está vendiendo información. El traidor merece la pena máxima: la muerte. Empieza a haber una pequeña división en mi ejército: los que proponen una acción de corte trotskista y los más althusserianos. Doy un discurso muy emotivo, señalando que estas diferencias no pueden minar la solidez del ejército. Es necesario que superemos las divergencias hasta conseguir el poder. Soy ovacionado por la multitud.
Sólo falta un minuto para comenzar la rebelión y liberar a las masas oprimidas.
Suena el timbre. Fin de la clase.
Saludo a la profesora y me retiro pensando qué puede haber fallado.
Sí, confirmado, es una pelotuda.
Buenos Aires, 30 de octubre de 1997.
Estoy en el aula a las 9.00. La profesora aún no ha llegado. Espero afuera. 9.05 se acerca.
Nos saludamos.
Me invita a pasar.
Parece bastante pelotuda.
Me siento en los bancos de más atrás. Ella explica mi presencia allí. Comienza la clase hablando sobre factoreo. No tengo idea de qué significa. Me aburro. Le pregunto al alumno que está a mi derecha si la profesora es boluda. Me dice que sí.
Le pregunto si quiere jugar un tatetí. Sí, pero él quiere empezar. Le digo que no, que empiezo yo, discutimos murmurando. La profe nos mira. Me da ganas de preguntarle qué mirás, vieja chota, pero no lo hago.
Pierdo 3 partidas de tatetí seguidas. Tal vez deba mejorar mi entrenamiento en esta disciplina. En otras épocas sabía ser el mejor del curso.
Hablo a los 5 alumnos que están más cerca de mí. Les propongo formar ipso facto un ejército revolucionario en el aula, para liberar a todo el curso de esta forma de control que significa la institución escolar. Les hablo del anarquismo, de la vía pacífica al socialismo y de la vía violenta. Les cuento del Che, de Lenin, de José Martí, de Miguel del Sel, de Mao Tse-Tung.
Reparto armas.
Me instituyo como el líder indiscutido de la revolución.
Comenzaremos por amenazar de muerte al más traga.
La profesora sigue hablando de factoreo. Es claramente una pequeñoburgesa: reposa en el escritorio el estéreo del auto.
Será una de las primeras víctimas de nuestro ejército justiciero.
Reparto uniformes camuflados. Me pongo a redactar el manifiesto que siente las bases de nuestra revolución. Llamo a asamblea general.
La profesora sigue hablando. Hace un chiste pelotudo, propio de docente, del estilo de “usted no se olvida la cabeza porque la tiene pegada”. Está claro que no le queda mucho tiempo de vida. Tal vez sea arsénico en el café… ya lo decidiremos en la cúpula del ejército.
Me pinto la cara con barro.
Escribo frases del che con liquid paper en un banco.
Sospecho una traición entre las filas de mis soldados. Comienzo a investigar. Alguien, parece, está vendiendo información. El traidor merece la pena máxima: la muerte. Empieza a haber una pequeña división en mi ejército: los que proponen una acción de corte trotskista y los más althusserianos. Doy un discurso muy emotivo, señalando que estas diferencias no pueden minar la solidez del ejército. Es necesario que superemos las divergencias hasta conseguir el poder. Soy ovacionado por la multitud.
Sólo falta un minuto para comenzar la rebelión y liberar a las masas oprimidas.
Suena el timbre. Fin de la clase.
Saludo a la profesora y me retiro pensando qué puede haber fallado.
Sí, confirmado, es una pelotuda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
etcéteras
¿Insatisfecho? ¿Hay acaso algo en tu ser que te pide más notas para estimular tu humor/intelecto? ¿No? ¿Seguro? Bueno, en caso contrario, Bladimir Producciones le sugiere leer más entradas, haciendo click con el botón primario del ratón en algún año de su agrado del "archivo del blog", en la columna de la izquierda. O si no, regrese a su aburrida rutina cotidiana de la vida real, ¡insulso peón oficinista!
Si estás en desacuerdo con la elección de La Nota Más Bizarra Del Blog, y creés que es otro el artículo que debe ocupar su lugar, comentalo en la publicación más reciente. Y evitá así pasar el resto de tu vida con la conciencia impura, sabiendo que faltaste a tu deber de lector. Un mundo mejor está en tus manos.