¿Hola? Sí, el mismo... Ahá... Laura, ¿otra vez? Yo creía que ése era un caso cerrado! Ahá... A ver... Especifique los detalles. Sí... Está bien... Sí, sí, estoy dispuesto a más que eso... ¿Cuál sería la paga? Ahhh... ¡Imposible! Prefiero seguir con Dial up a 56 kb..
Frustrado colgué la bocina del comunicador.
Miré la hora rápidamente. Ya eran las 11... Sí, la pelotuda era tartamuda. Mientras meditaba por qué contrataban tartamudos y por qué llamaban a esas horas de la noche escuché un ruido en la puerta. Un papel se deslizaba por debajo de ella. Pensé en mi mensajero personal. Acudí rápidamente y abrí la puerta. No había ninguna señal de él, pero lo que sí, la pared estaba recién meada. No cabía duda de ello.
Leí la nota de inmediato:
No atiendas a la tartamuda, que te va a cagar con la banda ancha.
El barco sale a las 12:00.
El pájaro ha vuelto al nido.
Si vas a los chinos, traé un PuréChef.
Me fui. Mañana tengo la maratón de Carrefour.
Ahh, y sory por el cloro.
En la nota se adjuntaba el boleto del barco. Tomé mi abrigo, mi revólver, una salchicha y partí (no a la salchicha).
Paré un camello-taxi, y nos dirigimos al puerto.
Estacionamos en la parte trasera del puerto. Ahí donde están los restaurantes. Ya habiendo cenado en mi apartamento, sólo me dispuse a buscar mi embarcación. Saldría de las plataformas 56 a 62. Y se anunciaría a Rosario, aunque yo fuera a París. En ese instante, mi reloj marcó las 12:06. Como adelantaba 9 minutos, todavía estaba a tiempo.
Al abordar, el coordinador de la tripulación me dijo en perfecto español: "El monsieur desea el Guaymallén de chocolate o de fruta?" Como era evidente que se trataba de un viaje largo, tomé el de fruta, decidido. Luego comprendería mi equivocación.
Salvo por una tormenta eventual, el viaje era tranquilo. Ya estaba acostumbrándome a la paz marítima, cuando al quinto día recibí una carta de mi mensajero en Buenos Aires. El cartero llegó en bote y partió. No le dí propina.
El tucán sin alas es el contacto.
Él sabrá darte explicaciones.
PD: la maratón una mierda, estaba arreglada. Igual ligué remera.
Si bien sabía que descifrar el mensaje no sería tarea fácil, me sentía preparado para ello, así que comencé la búsqueda. Como no había pegado onda con nadie, fui al bar para pensar un rato. Tomé asiento y el cantinero se hizo presente:
- Un whisky y un palabras cruzadas, por favor.
- Primera vez que viaja?
- Un whisky y un palabras cruzadas.
- Ahh, sí. Todos en este barco se hacen los rudos...
- Tiene razón, disculpe, es el trabajo que me tiene mal. Bonus Track, mucho gusto.
- Tucán Sin Alas, es un placer.
Agradecido con las circunstancias, le expliqué el motivo de mi largo viaje.
- Tu misión -explicaba Tucán- es colaborar con la confiscación de armas de destrucción masiva que están actualmente en manos de mafiosos franceses. Los contactamos fingiendo querer comprarles la mercadería. La transacción se llevará a cabo el viernes a medianoche entre dos de los mafiosos y nuestra agente encubierta.
- ¿En dónde?
- En cubierta. El problema es que les vamos a pagar con dinero falso, y hay grandes probabilidades de que lo noten. Para que te des una idea, son todas monedas de 50c de ésas que se les borra el 5.
- Sí, hasta los del subte se dan cuenta... ¿Cuál es el armamento que se compra?
- Diez botellas de Goliat lima-limón diet concentrada. Esperemos que sea una noche tranquila, un mal clima puede llegar a hacer de este operativo una catástrofe.
- Sólo la peor malicia humana puede construir semejante cosa. ¿Cuál es nuestro plan?
- En realidad no es nuestro, lo robamos de una peli yanqui que pasaron por canal 9. Era malísima, pero nos divertimos porque el protagonista tenía la voz de Homero. La cosa es así, mientras los dos mafiosos y la agente nuestra están haciendo el intercambio, vos vas a estar escondido cerca del escenario, si ves que se arma bardo saltás en ayuda de ella. Yo voy a estar por ahí también, controlando si ellos están solos o también traman lo suyo. Sería bueno que le eches un vistazo a la tripulación, a ver qué averiguás.
- De acuerdo, ahora mismo empezaré la investigación. Y en la semana hablaré con el capitán y veré qué puede hacer para ayudarnos.
- Convencelo de que cambie el rumbo del barco, si llegamos a Londres podemos conseguir refuerzos, mientras que en Francia van a estar esperando los suyos. Además, siempre quise ajustar mi reloj con la hora del Big Ben.
- Bien, mañana te cuento cómo va todo.
- Hey, pagame el whisky.
- Restalo de mi paga.
¿Podrá nuestro héroe acabar con el caos? ¿Podrá vencer a su archienemigo, El Pingüino?
Y en cuanto a Bonus Track, ¿Podrá resolver el palabras cruzadas? Para mí que no.
No se pierda la segunda entrega, sólo por Hermanos Bladimir.
4 comentarios:
Estos personajes bladimirosos vienen cada vez más afilados!!! espero la segunda parte ansiosamente
grandes saludos!!
Sí, sí... Como usted dice.
Bonus Track está afiliado a OSDPES: Obra Social de Detectives Privados y Espías Secretos.
Ahí, en la calle Paraguay, por el centro. Si vieras la cantidad de gente con sobretodo que entra y sale...
¿Me creerías que en esa obra social, en Recepción no te piden ni el nombre, ni el apellido, ni el DNI?
Gracias por los saludos.
Me encantó la primera parte, sigo en línea mientras se desenvuelva de manera tal que no termine en la heladera. Aprovecho para agradecerle a Alicia y para saludar a los hermanos.
Beso!
Tus saludos son bien apreciados.
Así como que nos re caben.
Y sos una mina de 10.
Aprovechá, que las segundas partes suelen ser peores.
Consejo: Guardate una copia de la primera, por las dudas.
Altos saludos con re buena onda.
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